El hongo Candida auris, recientemente descubierto en un hospital de Japón, activó una alerta mundial por su rápida propagación y su resistencia a los medicamentos antimicóticos.
Según información de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), hasta febrero de 2019 se han notificado infecciones por Candida auris en más de 20 países.
Entre los que se encuentran Australia, Canadá, China, Colombia, Francia, Alemania, India, Israel, Japón, Rusia y Arabia Saudita.
El hongo puede ingresar al torrente sanguíneo y diseminarse por todo el cuerpo, lo que causaría infecciones invasivas. También puede causar infecciones de heridas u oídos.
Y debido a que esta levadura a menudo no responde a los medicamentos antimicóticos de uso común, el tratamiento de las infecciones se dificulta.
Al respecto, los CDC indican que más del 90% de las infecciones por Candida auris son resistentes a por lo menos uno de esos medicamentos. Mientras que el 30% son resistentes a dos o más.
Por su parte, el médico infectólogo Pablo Scapellato explicó en entrevista con Infobae que esto no es un problema “leve”.
“Lo que ocurre de alguna manera con el hongo Candida auris es el fenómeno de supervivencia del más apto … en esos lugares (salas de neonatología, de cuidados intensivos) se utilizan mucho antifúngicos y antimicrobianos, que hacen que el hongo Candida auris resista”.
Sobre el contagio de la infección, los CDC señalaron que la Candida auris puede propagarse en entornos de atención médica a través del contacto con superficies o equipos contaminados, así como de persona a persona.
Las personas que tienen mayor riesgo de contraer el hongo son aquellas con diabetes, cirugías recientes y que consumen antibióticos de amplio espectro.