El obispo de la diosécis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza criticó que se hayan brincado las trancas, y se haya llevado a cabo el Pendón de Chilpancingo, a pesar de la prohibición de las autoridades estatales.
Entrevistado tras la misa dominical de este domingo en Chilapa, el prelado católico consideró que esto es resultado de que no hay una buena relación entre el gobernante con las personas, y éstas “hacen lo que se les antoja”.
Prueba de ello, expuso, es la realización del recorrido de danzas por algunas de las calles de Chilpancingo, a modo de Pendón, como se hace cada año; Salvador Rangel confió en que las acciones del día de hoy, no lleven al disparo de casos de covid en el estado.
“Aquí en Guerrero nos brincamos las trancas, no respetamos las órdenes que nos dan. Ojalá y que con esta realización del mini pendón, no vaya a ser un foco de infección del coronavirus, sobre todo de la nueva cepa del Ómicron”.
Sin embargo, coincidió con algunas posturas, respecto a que al final de cuentas el autocuidado es responsabilidad de cada uno, y “si nosotros no nos cuidamos, difícilmente nos van a cuidar”.
Salvador Rangel no descartó que la insistencia de la realización de eventos en torno a la feria de San Mateo, Navidad y Año Nuevo, sea resultado de la presión de un grupo delictivo que opera en Chilpancingo.
“El gobierno sabe quiénes son y dónde están, aquí lo maravilloso es que no actúan en contra de las cabecillas; hasta yo los conozco (…) Ojalá que no haya sido un acuerdo entre ellos (autoridades y el grupo delictivo)”, indicó, respecto a los eventos en torno a la feria de Chilpancingo.