Los pronósticos parecen reservados. Pero llevan mucho de inquietante y perturbador: en la negociación política, el PRI y las tribus perredistas habrían empujado un acuerdo político soterrado. Un pacto de poder inconfesable. Y estaría asociado a una sola variable. Es decir, canjear Chilpancingo la capital, por Acapulco. Hay lecturas de fondo que soportarían esa conjetura.
CONVENIENCIAS PARTIDISTAS.- Si se mira bien, tanto en Chilpancingo como en Acapulco, las circunstancias electorales y políticas son distintas. Y ese hecho estaría influyendo de algún modo, en los resultados electorales finales. Desde luego, con el acuerdo partidista de PRI y PRD. La coyuntura está mandando:
1.- En Chilpancingo, la candidata priísta a la alcaldía es la diputada federal con licencia, Beatriz Vélez Núñez. Tiene más pasivos que activos políticos. Arrastra con un doble desprestigio: como dirigente estatal del sindicato de Salud, desde donde favoreció a sus más allegados. Y como legisladora priísta, responsable de votar la Reforma Energética de Peña Nieto, que dio paso al gasolinazo. Tiene además, otro escenario en contra: el pésimo desempeño tanto del edil tricolor con licencia, Marco Antonio Leyva Mena, como del actual suplente, Jesús Tejeda Vargas. El hartazgo ciudadano hacia el PRI es más que evidente en la capital.
Por si no bastara lo anterior, se suma el más complicado de todos: Vélez Núñez, no es cuadro político del gobernador Héctor Astudillo, sino del dirigente de la FSTSE, Joel Ayala Almeida. Y en ese sentido, el escenario del triunfo electoral se reduce sustancialmente. De algún modo, ella ya lo evaluó. Y por eso se está plegando a la estructura del secretario de Desarrollo Social, Mario Moreno Arcos. Porque en la perspectiva real del poder, es la única balsa que podría, en un lejano e improbable escenario, catapultarla hacia el triunfo.
Sin embargo, para el PRI resultaría hasta saludable, perder la capital. Porque las presiones constantes y el desgaste que tuvo ese partido con Leyva Mena y Tejeda Vargas, se recrudecerían más con Beatriz Vélez. Y la ciudadanía capitalina ya no lo aguanta. La válvula de escape tricolor consiste en negociar la capital. Pero el PRD tiene un aspirante soberbio, altanero y veleidoso. Y se llama Antonio Gaspar Beltrán. Por ese lado podría dar la sorpresa la candidata del Morena, Silvia Alemán Mundo.
2.- En Acapulco, el edil perredista Evodio Velázquez Aguirre, hizo un aceptable papel. Pero no le alcanzó para empujar heredero en la alcaldía. La tribu los chuchos de Nueva Izquierda, entró a la negociación. Y decidió, para evitar confrontaciones y polarizaciones internas, ceder la candidatura a la alcaldía a un aspirante externo: Joaquín Badillo Escamilla.
El problema de éste personaje sin embargo, es triple: los aspirantes de las tribus perredistas no lo apoyarán. Algunos –como David Jimenez Rumbo-, se fueron al PRI. Otros, a competir por otros partidos políticos. Otros más, al ostracismo político; su trabajo político de base es muy escaso y no tiene el apoyo y el dinero proyectado por el candidato del PRI; y la candidata del Morena, Adela Román Ocampo, le va quitar muchos votos, derivado de la fragmentación de las tribus.
Sobre todo, con la reciente adquisición política en la figura de Alberto López Rosas, ex edil perredista de Acapulco. Tanto PRI y PRD, podrían acordar en la negociación política soterrada, el canje de Acapulco por Chilpancingo. El punto es que no han evaluado hasta dónde podrían los candidatos del Morena de López Obrador, abollar sus planes de poder.
Porque lo único cierto, es que ni Antonio Gaspar del PRD en Chilpancingo, ni Ricardo Taja del PRI en Acapulco, son las mejores opciones para gobernar esas comunas. Y por ese lado, ese presumible acuerdo político podría colapsar. Irremediablemente.
HOJEADAS DE PÁGINAS…El asesinato de la activista del PRI en Chilapa, Paula Gutiérrez Morales, ocurrido la mañana del pasado lunes 28, confirma que el crimen organizado sigue teniendo mano en dicha municipalidad. Y que incluso, estaría haciendo sus propias apuestas de poder. Las autoridades municipales y estatales fueron rebasadas nuevamente y por enésima ocasión. ¿Hasta cuándo?