Las dos primeras batallas legislativas las ganó el gobernador Héctor Astudillo Flores. A pesar de la mayoría de los diputados con que cuenta el partido Morena. Jugaron cuando menos dos factores importantes: la ausencia de experiencia política, tanto de Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, como del resto de los integrantes de esa bancada. Y los cabildeos tricolores previos con la fracción del PRD y los partidos pequeños o bonsái. De ahí se abren las demás lecturas.
ASTUDILLO: GANAR DOS ROUNDS.- Hay cuando menos dos eventos en concreto que percibieron a los diputados locales del Morena, débiles, sometidos y descanchados:
1.- El diputado tricolor Héctor Apreza Patrón, quiso lucirse. Mostrar su experiencia como legislador local. Enseñar el músculo. Y una de sus primeras operaciones dio en el blanco: le arrebató al Morena la presidencia de la Mesa Directiva durante los tres años en que funcione la 62 legislatura. Por un acuerdo consensuado, la encabezarán PRI, PRD y PAN. Es decir, amarró previamente con los diputados del PRD. Y los partidos pequeños de sumaron casi por valores entendidos, ateniéndose al viejo esquema político de las obediencias que anteceden a los premios y las recompensas. Y que en el Morena no aplican. Al menos por el momento.
Así, el partido de AMLO tuvo que conformarse con asumir la Junta de Coordinación Política. Esa acción revela una sola situación: la ausencia de cabildeos emprendidos por Pablo Amílcar, creyendo falsamente que, por su condición de primera mayoría, tenían la sartén por el mango. En las próximas semanas se confirmará si Pablo Amílcar ya entendió la lección. O se impactará de nueva cuenta, con sorpresas desagradables producto de su visible arrogancia e inexperiencia legislativa.
2.- La segunda maniobra política orquestada por Héctor Apreza, fue simple: evitó que en la sesión solemne de apertura de funciones de la 62 legislatura el sábado pasado, se diera el posicionamiento de cada representante de fracción partidista en tribuna. El punto es que en años anteriores ya se venía haciendo. Incluso, era costumbre. Generalmente se alababa y reconocía el trabajo del mandatario en turno. Eran más las pleitesías que los cuestionamientos y la crítica. Pero esta vez y “respetando lo que dice la Ley”, la fracción del PRI volvió a imponerse.
Había una justificación política para evitarlo: el gobernador Héctor Astudillo, acudió a la instalación de la 62 legislatura. Era obvio que el Morena le iba a leer toda la cartilla completa. Incluyendo no solo el pavoroso clima de inseguridad y violencia, sino las acciones orientadas a la reducción de su salario. En términos discursivos, el mandatario estatal saldría muy lastimado. Por eso y por votación de la mayoría legislativa, la propuesta del Morena que pretendía concretar los posicionamientos en tribuna se cayó de nuevo. Pablo Amílcar volvió a perder su segundo asalto.
3.- Después de propinar sus dos primeros uppercuts, el PRI y su coordinador Héctor Apreza, suavizaron esa contienda política. Anunciaron su solidaridad con las propuestas del Morena: “nosotros manifestamos nuestro total y absoluto compromiso porque los diputados vuelvan a tener los ingresos de acuerdo con el trabajo que realizan. El grupo parlamentario del PRI está puesto para entrarle. Nosotros estamos de acuerdo en que haya una mayor austeridad en los gastos”, dijo el propio Apreza. Lo cierto es que, en el Congreso local, ya se abrió un precedente político con una composición legislativa de mayoría morenista. Y lo que viene podría abanicar hacia dos lados: la polarización de fuerzas operada con verdadera inteligencia y astucia política. O el sometimiento tácito del Morena. Así como acaba de ocurrir. No hay más.
HOJEADAS DE PÁGINAS… En redes sociales circula un video sobre el exdirigente nacional del PRI y diputado federal plurinominal electo, René Juárez Cisneros. Dice que serán mayoría responsable. Pero defendió al exgobernador de Coahuila, Rubén Moreira, quien desfalcó financieramente aquella entidad norteña. “El diputado Moreira tiene a salvo sus derechos políticos”, se ufanó Juárez Cisneros. ¿Así pretende el PRI cambiar, es decir, protegiendo a toda su fauna interna de corruptos depredadores?