Tras ser beneficiado con el voto ciudadano durante dos periodos en el gobierno estatal, el PRD se desdibujó. Cayó hasta el tercer lugar de la votación. Con el agravante de que ese desplazamiento hubiese sido más aparatoso, de haber competido solo en la pasada elección. Pero fue en coalición con el PAN y el MC. Eso hace más complicado el escenario para ese partido en la próxima elección de gobernador de 2021.
Y si el PRD como oposición, pudo llegar a ser gobierno en la entidad, 16 años después de haberse fundado –en 2005-, el Morena podría lograrlo en solo tres años. Depende en gran medida, de los resultados arrojados por López Obrador como presidente. Y de senadores, diputados federales y locales, y alcaldes. A lo anterior se añade otro ingrediente: esta vez, podría aparecer en el escenario y como eventual titular del ejecutivo estatal, una mujer. Basta con pulsar los escenarios.
AROMA DE MUJER.- La equidad de género les permitió a las féminas empoderarse. Y para el 2021, el eventual inquilino de Casa Guerrero no sería un hombre. Las pistas así lo indican:
1.- Muchos perciben el arribo al Senado de Félix Salgado Macedonio, como el natural candidato del Morena a gobernador para dentro de tres años. Sin embargo, Félix arrastra con cuando menos tres lastres:
A) Ya fue en dos ocasiones como candidato a gobernador por el PRD –en 1993 y 1999-, y perdió en ambas. Pero negoció con el PRI. Dejaba solos a los plantonistas que lo acompañaban. Y de pronto, de la nada y sin explicaciones convincentes, levantaba su movimiento. Por eso se entiende que en la elección de gobernador del 6 de febrero de 2005, ya no hubiera una tercera oportunidad para él. Y llegara al gobierno estatal, el neoperredista, Carlos Zeferino Torreblanca Galindo.
B) Sin embargo, en la elección del 2 de octubre de ese mismo año, compitió por la alcaldía de Acapulco. La ganó con muchas dificultades y con un muy alto abstencionismo: participó el 34.7 por ciento de su lista nominal. Gobernó en los hechos, con menos del 16 por ciento del consenso ciudadano.
C) Finalmente, hizo un mal papel como alcalde porteño que se midió al final de su gestión, con la entrega de la alcaldía al PRI y a su candidato Manuel Añorve. Fue algo que las tribus perredistas no le perdonaron. Y por eso se fue desde entonces, a la congeladora política de donde lo rescató AMLO, para convertirlo en candidato al Senado.
2.- En el escenario de 2021, aparecen dos mujeres del Morena que le van a dar una lucha cerrada a Félix por la candidatura a gobernador: la alcaldesa electa de Acapulco, Adela Román Ocampo. Y la segunda senadora, Nestora Salgado. La primera, le lleva cierta ventaja. Aunque no debe pasarse por alto, su marcado nepotismo cuando fungió como magistrada del Tribunal Superior de Justicia. Y de Nestora, solo existen dos antecedentes negativos es su contra: contar con un ingreso a prisión por secuestro –aunque fue absuelta-; y su doble nacionalidad.
Al final y como operó en el caso de Zeferino Torreblanca, López Obrador estaría optando por una de estas dos féminas. Porque el toro sin cerca ya bailó. Y bailó mal. Arrítmicamente, descompasado y sin estilo. Además, PRI y PRD quedaron descabezados en la pasada elección. Sus figuras no son competitivas en términos electorales, pues aparece Manuel Añorve, en el primer caso –si es que no le tumba su acceso al Senado, la perredista Beatriz Mojica Morga-; y actual alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez, en el segundo.
A Evodio lo persiguen muchos fantasmas a su paso como edil. Pero su tribu Nueva Mayoría –de la que se estaría quedando como dirigente-, ganó muchas posiciones de poder. Entre ellas, la alcaldía de Chilpancingo, con Antonio Gaspar. Pero las fichas y las coyunturas, seguirán moviéndose.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Con la derrota del priísta Ricardo Taja en Acapulco, y el pase de panzazo al Senado de Manuel Añorve, el gobernador Héctor Astudillo, sacude sus compromisos políticos tanto con René Juárez, como con el propio Añorve. Y estaría en la frecuencia de empujar un cuadro legítimamente suyo, a la competencia por el gobierno estatal en 2021. Aunque con muy bajas expectativas de triunfo.