Tras reconocer la ruptura entre carteles el crimen organizado desde el año pasado, el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández consideró que es necesaria una nueva tregua entre los grupos fácticos, para la clasificación de Chilpancingo.
Entrevistado tras la celebración eucarística en honor al apóstol San Francisco, por quien uno de los cinco barrios tradicionales de Chilpancingo lleva su nombre, monseñor habló sobre la situación de inseguridad que ha vivido en las últimas semanas la capital guerrerense.
De acuerdo con el prelado católico, la tregua por la que intervino la propia iglesia católica en 2023, terminó desde el año pasado, pero se agravó en días pasados, al grado de nuevamente paralizarse las actividades de transporte en la ciudad.
En este contexto ofreció que la iglesia católica entre nuevamente como mediadora para alcanzar la tregua entre los grupos fácticos, aunque consideró que es deber del gobierno, tanto estatal como municipal, lograr la pacificación a través del diálogo, sin precisar si hacía referencia a los grupos delictivos.
“Nos ofrecemos como mediadores de paz, ofrecemos la mediación para que haya confianza y tratar de que se lleve a un consenso, una tregua”, planteó el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa.
Afirmó que en otras partes de Guerrero, específicamente en la zona Sierra, la tregua entre grupos delictivos permanece, y confió en que se extienda por mucho tiempo, esto en referencia a la situación entre grupos que operan en la zona limítrofe con la Tierra Caliente.
Afirmó que a pesar de la situación de inseguridad que vivió algunos días la capital de Guerrero, actualmente ésta ha mejorado y pidió a los responsables de los tres niveles de gobierno que continúen las acciones necesarias para mantener la calma en la ciudad.