Desde el 2023 la CNDH recomendó que monumentos, plazas, calles y escuelas con los nombres de Rubén Figueroa Figueroa y Figueroa Alcocer “sean señalados públicamente como violadores a derechos humanos” y se busque el cambio de nomenclatura o desmonte de monumentos
Alejandro Ortiz
La Comisión Nacional de Derechos Humanos urgió a las autoridades del gobierno y Congreso de Guerrero, “respetar la memoria de las víctimas de la guerra sucia en el Estado de Guerrero”, esto tras el homenaje que la Secretaría de Cultura realizó al exgobernador priista, Rubén Figueroa Figueroa.
Por ello, la CNDH pidió al Poder Legislativo estatal que se revise el calendario cívico y éste sea armonizado “con un ejercicio serio de memoria histórica”.
“La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) tuvo noticia del homenaje-celebración del natalicio de Rubén Figueroa Figueroa, llevado a cabo en días pasados por el Gobierno del Estado de Guerrero y el Ayuntamiento del Municipio de Huitzuco, mismo que contó con la asistencia, como invitado de honor, de su hijo, Rubén Figueroa Alcocer; quienes, en su momento, ejercieron violencia y represión en contra del pueblo de Guerrero”
“Por esta razón, la Comisión Nacional hace un respetuoso pero enérgico llamado al Congreso de Guerrero y a las autoridades locales para revisar el calendario de días cívicos a conmemorar y armonizarlo con un ejercicio serio de memoria histórica, pues dicha persona su hijo, Rubén Figueroa Alcocer, fueron protagonistas varios episodios represivos en la entidad, entre los que sobresale la masacre de Aguas Blancas que, incluso, fue objeto de la Recomendación 104/95 emitida por esta Comisión”.
De acuerdo con la CNDH, parte de los crímenes del exgobernador priista de Guerrero, Rubén Figueroa Figueroa, están marcados en la recomendación 98VG/2023, emitida por Oficina Especial para Investigar la Represión de Desapariciones Forzadas, por la violencia política cometida en su gestión.
La comisión reiteró su exhorto a las autoridades estatales, para que asuman su obligación de “respetar la memoria de las víctimas de la violencia política”, no solo de Rubén Figueroa Figueroa, sino también de su hijo, Rubén Figueroa Alcocer, y detallaron que el Congreso de Guerrero tiene la obligación de cumplir las recomendaciones, particularmente las siguientes:
“PRIMERO. Llevar a cabo un acto de reconocimiento de responsabilidad y disculpa pública por las atroces graves violaciones a derechos humanos registradas en el periodo de 1965 a 1990 con la aquiescencia de funcionarios del Estado de Guerrero, Policías Estatales, Gobiernos Municipales y Policías Municipales, así como por la violencia estructural perpetrada en ese tiempo contra militantes y población en general, debiendo remitir a esta Comisión Nacional las constancias que acrediten su cumplimiento”.
“QUINTO. Realice las gestiones necesarias para que la nomenclatura de calles, los monumentos públicos, nombres de escuelas y otros lugares públicos, que refieran a perpetradores señalados en el presente instrumento recomendatorio, sean señalados públicamente como violadores a derechos humanos y, en conjunto con las víctimas sobrevivientes y familiares de violencia política de Estado, se establezcan alternativas de cambio de nomenclatura y/o desmonte de monumentos o estatuas que refieran a perpetradores. Hecho lo anterior, se envíen a esta Comisión Nacional las constancias con que se acredite su cumplimiento”.
La comisión reconoció el adeudo que se tiene para con las familias de las víctimas de la guerra sucia y otros hechos de violencia en Guerrero, por lo que urgieron que, en torno a esta situación, se deje de homenajear “a quienes violaron derechos humanos”, pero también retirar sus nombres de plazas, calles, avenidas y lugares públicos.
