Desde hace 22 años, Alberto Morlet Heredia y su esposa Adriana Ayala Iturbe, se han dedicado a promover la gastronomía guerrerense a nivel local, nacional e internacional.
Alberto Molert, también conocido como Beto Morlet, viene de una familia de restauranteros, sus abuelos y sus padres, tuvieron negocios de comida en Chilpancingo, desde pequeño convivió con el mundo de la comida y la cocina.
“Yo nací en cocinas, entre cacerolas, entre cocineras, entre comida. Siempre he tenido un gusto por la gastronomía”, contó Alberto.
En los años 60 sus abuelos tuvieron el restaurante La Fuente, en el centro de la ciudad y en los años 80, sus padres tuvieron un restaurante llamado La Parroquia.
Alberto y Adriana, actualmente son los propietarios de El Tecuán restaurante, el cual es un lugar de comida tradicional guerrerense.
El Tecuán nació como una iniciativa del gobierno estatal del ex gobernador Alejandro Cervantes Delgado, con el objetivo de promocionar el mezcal guerrerense. “Para que la gente se parara y conociera el mezcal, crearon un restaurant y una tienda de artesanías que hasta la fecha está ahí”.
Cuando llegaron a El Tecuán, ya había una carta con comida tradicional guerrerense enfocado en la zona Centro, Alberto y Adriana agregaron nuevos productos a la carta.
Alberto recuerda que cuando llegaron al lugar, había nueve mesas y dos meseros, actualmente hay 60 mesas y más de 10 meseros.
Alberto Molet genera unos 40 empleos directos en la capital, solo en una de sus sucursales.
Reconocimiento a su labor
El pasado 22 de abril, el Ayuntamiento de Chilpancingo entregó las preseas al mérito civil Hermanos Bravo, las cuales tiene como objetivo reconocer a personas destacadas de la capital en diversos ámbitos.
El restaurant El Tecuán obtuvo la presea Casimiro Bravo por actividades empresariales, por su aporte a la promoción y preservación de la gastronomía guerrerense a nivel nacional e internacional.
La presea la obtuvieron después de que alguien propusiera al restaurante en esta categoría, posteriormente, un jurado evaluó a los candidatos y votó para seleccionar al galardonado, en este caso, Restaurant El Tecuán.
Por este reconocimiento, Alberto comentó que se siente felices y emocionados. Agregó que la presea es “para todos los que colaboran en grupo gastronómico Tecuán”.
“Desde el chavo que está en el estacionamiento acomodando lo coches, la persona que está lavando los trastes, la persona que viene a cortar el jardín, cocineros, meseros, capitanes de meseros, administrativos. Todos somos parte de esto. Esta presea les pertenece a todos”.
Reconoce que con este reconocimiento adquieren la responsabilidad de continuar conservando y promoviendo la gastronomía de Guerrero.
Preservar y dar a conocer la gastronomía tradicional a la nuevas generaciones
Con la entrega de la medalla, cuenta Alberto Morlet, la responsabilidad de preservar y dar a conocer la gastronomía guerrerense y de la zona Centro al mundo aumentó.
Pero no solo pretenden traspasar fronteras, uno de los principales objetivos es que los jóvenes y las nuevas generaciones conozcan y preserven la gastronomía tradicional.
“En la medida que podamos dar a conocer estas recetas, estos sabores, que los jóvenes los conozcan”.
Un ejemplo de ello es que el tradicional pozole verde y blanco lo sirven todos los días de la semana, para que no haya excusa para degustarlo, también cuenta con una sucursal en la Ciudad de México, en la central de autobuses Taxqueña.
Además El Tecuán representó en varias ocasiones no solo a Guerrero, si no a México, en varias partes del mundo y embajadas.
“Queremos seguir creciendo para poder seguir llevando el sabor de Guerrero, de Chilpancingo, de la zona Centro, a otras ciudades de nuestro país y poder tener alguna otra sucursal para que se conozca más la gastronomía de Guerrero”.