El titular de la Fiscalía General del Estado de Morelos, Uriel Carmona confirmó que el obispo emérito de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza sí fue privado de la libertad, tal y como sostuvo desde el inicio de las investigaciones, la institución de justicia.
“Sí hubo una privación de su libertad, estaba siendo sometido a través de la aplicación de sustancias”, manifestó el funcionario estatal, sobre la situación del obispo emérito de Guerrero.
Uriel Carmona confirmó también que ya se tiene identificada a una de las personas, vinculadas con el secuestro del prelado católico y adelantó que en próximos días será presentado por la fiscalía a su cargo.
“Sí hubo un delito, independiente de lo que estuviera realizando en el plano personal”, sostuvo Uriel Carmona y reconoció que ha solicitado apoyo de la iglesia católica para guardar prudencia con respecto a la información que se difunde del caso.
El pasado 27 de abril, el obispo emérito Salvador Rangel desapareció luego de haber salido del municipio de Jiutepec, Morelos; dos días después fue localizado con vida en un hospital de Cuernavaca.
Autoridades del Estado informaron que el obispo habría ingresado por cuenta propia a un motel, sin embargo la fiscalía de Morelos afirmó que cuenta con las pruebas necesarias para confirmar que se trató de un secuestro exprés, por lo que se continuarán con las investigaciones, a pesar de que el obispo declinó a continuar sus denuncias.