“A mi niña le cortaron sus sueños, ella quería ser una enfermera”, expresó Margarita Ortega Díaz después del sepelio de su hija Camila Gómez Ortega, menor asesinada en Taxco.
Ortega Díaz agradeció el apoyo y solidaridad que recibió durante la desaparición y feminicidio de su hija. Rechazó ser culpable del feminicidio de Camila.
El titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Taxco, Doroteo Eugenio Vázquez, dijo en una entrevista que también había responsabilidad por parte de la madre de Camila por dejarla salir sola.
“No es mi culpa, yo siempre he cuidado a mi hija, no solo tengo una, tengo tres y siempre he estado al pendiente de ellas. Yo simplemente confié en su amiga, no es la primera vez que iba a jugar con ella”, dijo Ortega Díaz.
Mencionó que era común que la amiga de Camila también fuera a jugar a su casa, y que Camila tenía aprecio por su amiga y por Ana N, supuesta responsable del feminicidio y quien falleció tras ser linchada por pobladores de Taxco.
“El único pecado de mi niña fue querer demasiado a esa niña y a la mamá, porque hasta a la mamá la quería mucho. Confié en las personas equivocadas porque me dieron una cara diferente también a mi”, señaló.
Sobre lo ocurrido con Ana dijo que no estuvo en sus manos evitar que fuera agredida por la gente que ya estaba cansada porque nunca se liberó la orden de aprehensión.
“Yo la quería viva para que sufra todo lo que yo voy a sufrir, pero ella pudriéndose en la cárcel por lo que le hizo a una niña que lo único que hacía era querer a su hija”.
Exigió justicia por el femicidio de Camila y aseguró que hay más personas implicadas.
Agregó que desea que ninguna niña sufra como lo hizo Camila. “Nadie merece que les hagan daño siendo inocentes, menos una niña”.
Confirmó que sí recibió mensajes donde le pedían 250 mil pesos por Camila, los mensajes fueron enviados desde un celular que tenía Camila para emergencias.
A pregunta sobre si ya hay un diálogo con las autoridades, la madre de Camila aseguró que ya habló con la gobernadora Evelyn Salgado Pineda a quien le hizo saber sus peticiones, de las cuales no dio detalles.
Recordó a Camila como una niña alegre, cariñosa, le gustaba nadar y bailar.