+El sacerdote Filiberto Velázquez señaló que la ruptura de acuerdos entre grupos criminales ha intensificado la violencia en la capital, y advirtió que la pacificación dependerá en gran medida de la actuación del gobierno municipal
La pacificación de Chilpancingo y tregua entre grupos delictivos, dependerá mucho de la actuación e intervención del presidente municipal, Gustavo Alarcón Herrera; “depende mucho del gobierno local”, señaló el sacerdote Filiberto Velázquez.
Entrevistado al exterior del auditorio Sentimientos de la Nación, tras el cuarto informe de gobierno de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, el activista y sacerdote católico, habló sobre los recientes hechos de violencia en la capital guerrerense.
Afirmó que, como es de dominio popular, actualmente existe un reacomodo entre grupos delictivos en la capital guerrerense, lo que ha desatado una importante jornada de violencia.
Ante ello, instó directamente a los líderes de los carteles del crimen organizado “para que puedan reflexionar sobre su papel en decisiones que pueden afectar a todos los guerrerenses que muchas veces son inocentes y no tienen nada que ver con lo que ellos se decidan”.
Reconoció que, a partir del asesinato del expresidente municipal Alejandro Arcos Catalán, “disminuyó la confianza que se había gustado entre dos grupos”, en relación a la tregua que mantenían los grupos fácticos, tras la intervención de la iglesia católica.
“Eso ha impedido que haya al menos una armonía entre ellos, especialmente en la capital está un reacomodo evidente, entonces están los grupos jalando para ver quién puede quedarse con esto, pero eso no va a terminar nunca, así que va a depender mucho de la voluntad que pueda tener el propio gobierno municipal”.
“Depende mucho del gobierno, para que esto se solucione”, indicó Filiberto Velázquez, aunque aceptó que el presidente municipal de Chilpancingo “la tiene difícil” porque dependerá de la voluntad de los líderes del crimen organizado.
También confirmó que, a través del diálogo, la iglesia católica busca nuevamente la pacificación, aunque no han tenido la oportunidad de poder generar acciones concretas con los líderes de los carteles.