Gustavo Alarcón reiteró su llamado al gobierno de Claudia Sheinbaum para frenar la violencia en la capital y proteger a alcaldes
El presidente municipal de Chilpancingo, Gustavo Alarcón Herrera, condenó el asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, ocurrido la noche del sábado, y expresó su respaldo a la familia del político y a la población de esa ciudad.
El edil afirmó que el crimen es un ataque contra la democracia y contra el derecho de la ciudadanía a vivir en paz. Destacó que Chilpancingo ha sufrido los efectos de la violencia política, y recordó el homicidio del exalcalde Alejandro Arcos Catalán hace un año, hecho que marcó al municipio.
Alarcón Herrera aseguró que ha solicitado la intervención del Gobierno Federal para atender la situación de inseguridad en la capital de Guerrero. Señaló que, pese a insistir con respeto y responsabilidad, la violencia continúa y las autoridades municipales siguen enfrentando escenarios que no provocaron.
El alcalde demandó resultados inmediatos en el esclarecimiento del asesinato de su homólogo michoacano y un cambio en la estrategia de seguridad que garantice la protección de quienes ejercen funciones públicas en territorio. Sostuvo que callar ante estos hechos sería una traición hacia las y los ciudadanos que confiaron en sus autoridades.
