A unos días de que el presidente de México visite el estado de Guerrero, el Consejo Indígena y Popular del Estado de Guerrero – Emiliano Zapata (CIPOG-EZ), lanzó un fuerte mensaje en el que responsabilizan al gobierno mexicano y autoridades locales, por la sangre que ha corrido y seguirá corriendo, por la violencia que genera un grupo delictivo en Chilapa y la región de la Montaña Baja.
En un pronunciamiento, el CIPOG-EZ recordó los últimos hechos de violencia que han ocurrido en torno a un grupo criminal, en comunidades indígenas de los municipios de Chilapa y José Joaquín de Herrera (Hueycantenango).
En el escrito, la organización reprocha que el discurso del presidente de la República, respecto a cambios verdaderos, combate a los orígenes de violencia, combate a la pobreza y otros, no han sido cumplidos, por el contrario, hay un importante reconocimiento en temas delictivos.
“Los programas sociales que una y otra vez va presentando en nuestras comunidades siguen siendo limosnas, creyendo que nos logran comprar y silenciar con un Sembrando Vida, 60 y Más, Jóvenes escribiendo el Futuro, Crédito Ganadero a la palabra y otros tantos más”.
En las últimas semanas, el CIPOG-EZ denunció el retiro de retenes de seguridad en Chilapa, y al azar el aumento de ataques del grupo delictivo denominado Los Ardillos, que incluso presuntamente han atacado pueblos con explosivos a través de drones, similar a lo ocurrido con el CJNG en Michoacán.
Por la inacción de autoridades de los tres órdenes de gobierno, la organización indígena responsabilizó a AMLO y gobiernos municipal y estatal en turno, de la sangre que ha corrido y seguirá corriendo.
Ante ello, pidieron la detención de líderes y desarticulación del grupo Los Ardillos, atención del estado para las demandas de seguridad y otras, reinstalación de retenes de seguridad y combate real a la pobreza que viven las comunidades indígenas de las regiones Montaña y Montaña Baja