Un grupo de religiosos católicos del grupo Provida oraron afuera de una clínica que tendrá servicios de interrupción del embarazo, y que presuntamente abriría el próximo lunes.
Esta tarde un grupo de católicos se reunieron en la avenida Juan N. Álvarez, a la altura de clínica María Stopes.
En el lugar, los religiosos realizaron un rosario para pedir por los derechos “de los no nacidos”, y llamaron a las autoridades de Guerrero a no permitir la apertura de la clínica.
Al grito de “sí a la vida”, los católicos, se pronunciaron contra la clínica, la cual tenía sellos de suspensión, de la Secretaría General de Gobierno, de acuerdo con el sitio Bajo Palabra Guerrero.
Luego del rosario, los católicos explicaron que lejos de fines religiosos, ellos buscan la defensa de los derechos humanos “de aquellos que todavía no tienen voz”.
“Así como hay quienes defienden a los animales, nosotros estamos defendiendo a los bebés que aún no nacen, no es tanto por ser católicos, es más una acción de defensa a la vida”, dijeron.