Muchos analistas coinciden que en política no hay casualidades, sino causalidades. Y que lo que parece, es. O como lo dice el ex gobernador priista de Chiapas, Roberto Albores Guillén: “En política las casualidades no existen, son excusas de misteriosas acciones de manipulación y formas subterráneas de provocar efectos en la búsqueda del poder”.
Los actores políticos están acostumbrados a mandar mensajes a sus seguidores, aliados y adversarios.
Hoy por hoy, lo hacen a través de las redes sociales o conferencias de prensa con sus otrora adversarios políticos, con quienes posan muy sonrientes para las cámaras.
Durante las campañas electorales se dicen de todo, y los que se pelean realmente son sus simpatizantes, quienes llegan hasta los golpes y se distancian para siempre.
Después de que el proceso electoral ha concluido, los actores políticos se juntan, primero en lo privado, y después de manera pública para mandar un mensaje de unidad y respeto entre ellos.
Y mientras ellos aparecen muy sonrientes, abrazados y sellando con un apretón de manos su encuentro y compromisos adquiridos, los de abajo o las bases siguen enemistados y sorprendidos por lo que ocurre arriba con sus líderes.
En las elecciones del pasado 6 de junio quedó claro quién apoyó a quién. Hubo quienes fingieron apoyar a los dos principales candidatos a la gubernatura (Evelyn Cecia Salgado Pineda/Morena y Mario Moreno Arcos/PRI-PRD) y otros quienes realmente se la jugaron con todo para dejar en claro de que estaban en el lado correcto de la historia.
Los resultados electores favorecieron por más de 60 mil votos a Evelyn Salgado, a quien el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) y el Tribunal Electoral del Estado (TEE) reconocieron días después como la gobernadora electa de la entidad.
Sólo falta que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) resuelva definitivamente la elección del estado de Guerrero, lo cual ocurrirá antes del 14 de octubre.
Algunos priistas tienen la esperanza de que la elección de gobernador será anulada. Los perredistas, en cambio, ya dieron vuelta a la página.
Evodio Velázquez Aguirre, quien fuera precandidato del Sol Azteca a la gubernatura y uno de los coordinadores de la campaña de Mario Moreno, fue uno de los primeros en echarse a los brazos de Evelyn Salgado.
De hecho, Evodio Velázquez y su corriente Nueva Mayoría fueron de los que poco aportaron votos al proyecto de Mario Moreno. Sólo es cuestión de checar los raquíticos sufragios que obtuvo el PRD en Acapulco. Es más, al interior de su partido, el ex alcalde porteño es tildado de traidor.
La dirigencia estatal del tricolor, en cambio, ha sido muy tibia respecto al Juicio de Revisión Constitucional Electoral que presentó junto con el PRD ante el TEPJF.
Y es claro que el gobernador Héctor Astudillo Flores entregó la plaza (electoral) a Morena antes de la elección del 6 de junio. Su sumisión ante el presidente Andrés Manuel López Obrador y su amistad con el senador Félix Salgado Macedonio, pesaron más que su “amor” al PRI.
A Mario Moreno lo dejaron prácticamente solo. Ni siquiera su amigo y principal promotor, el ex gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, se aguantó las ganas de reconocer al día siguiente de la jornada electoral la victoria de Evelyn Salgado, pidiéndole al candidato del PRI aceptar los resultados “con decoro y dignidad”.
El martes 8 de junio, Ángel Aguirre reculó de lo que posteó en su cuenta oficial de Facebook y se reunió con Mario Moreno, a quien le expresó todo su respaldo hasta el final de la jornada electoral, ya que “ha representado dignamente a la alianza opositora PRI-PRD”.
En la región Norte, el grupo del ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer también le falló electoralmente a Mario Moreno. Ni siquiera en Huitzuco pudieron ganarle a Morena. Y en Taxco de Alarcón perdieron la Presidencia Municipal ante el partido Fuerza por México.
De Manuel Añorve Baños, ni se diga. Por más que apareció en algunos eventos que encabezó Mario Moreno, lo cierto es que ese “apoyo” no se vio en las urnas. Pero al igual que otros generales del PRI salió ganando, ya que logró colocar a su esposa Julieta Fernández Márquez y a su hijo Manuel Añorve Aguayo como diputada local plurinominal y regidor de Acapulco, respectivamente.
En el Senado de la República ha sido más que evidente la alianza política entre Manuel Añorve y Félix Salgado, quienes no se tocan ni con el pétalo de una crítica. La alianza entre ambos personajes data del año 2008, cuando el último le entregó la Alcaldía al priista. ¡Zas!
Insisto, en términos pragmáticos no hay coincidencias en política y que todo suceso está deliberadamente planificado. O como lo dijo el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt en los años 30: “En política, nada ocurre por casualidad. Cada vez que un acontecimiento surge, se puede estar seguro que fue previsto para llevarse a cabo de esa manera.”
Uno de los personajes que ha aprovechado muy bien las redes sociales para mandar mensajes de poder, es el ex gobernador Ángel Aguirre. Y lo ha hecho también a través de su columna que es publicada en el periódico El Sur, en donde comparte anécdotas y destaca los logros de sus amigos de la clase política nacional y uno que otro de sus discípulos.
Este martes dio a conocer que desayunó con la gobernadora electa, Evelyn Salgado Pineda, con quien habló de importantes temas y le deseó la mejor de las suertes en la conducción que hará en esta nueva etapa de la vida política del estado.
“Su juventud me hizo recordar la primera vez que fui gobernador de mi estado en 1996, su entusiasmo y su amor por Guerrero garantizan un gobierno sensible y exitoso para los próximos 6 años”, refirió.
Además de los 8 párrafos que dedicó de su encuentro con la gobernadora electa, y de quien en plena campaña calificó como inexperta para gobernar, compartió una foto, en donde aparecen con vestimenta blanca y cubre bocas negras y dándose un apretón de manos.
El mensaje es claro. Las élites políticas fingen pelear durante las campañas y al final siempre se sientan para llegar a acuerdos.
La política es así (Layo Aguirre dixit).
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