Gloria Maganda Hernández, lleva 17 años buscando a su hijo Pablo César Maganda Hernández, desparecido el 17 de julio del 2007, en Barra Vieja, en Acapulco.
Pablo César vivía con Gloria en Estados Unidos, regresó a Acapulco para llevarse a su esposa embarazada y a su hijo de entonces tres años.
Durante su estadía en el puerto, optó por trabajar como chofer en un taxi, Gloria se quedó en Estados Unidos.
Gloria contó que ese 17 de julio, Pablo César salió a trabajar a las siete de la mañana, a las nueve, pasó a dejarle dinero a su esposa, fue la última vez que ella lo vio.
Ese día nadie volvió a ver a Pablo César, le avisaron a Gloria que no encontraban a su hijo y ella viajó a Acapulco para buscarlo.
De acuerdo con Gloria, su hermano había tenido un problema con algunas personas de un pueblo, y le juraron vengarse.
“Cuando mi hermano me da la noticia de que mi hijo no aparecía, yo grité al teléfono y le dije; no, mi hijo no”, relató Gloria.
Puso la denuncia en el Ministerio Público de Puerto Marqués, constantemente acudía a ese lugar para ver si había noticias de su hijo, en una de sus visitas, le informaron que su caso se pasó al Ministerio Público de Costa Azul.
Había rumores de que el taxi de Pablo César lo ocuparon para secuestrar a una mujer, por lo que en el MP de Costa Azul, le dijeron a Gloria que su hijo probablemente era culpable.
“Me dijeron que no sabían nada y que a lo mejor mi hijo era uno de los secuestradores. Yo le dije al señor búsquelo, si mi hijo tiene delito que pague”, dijo Gloria.
Solicitó el expediente del caso de su hijo, nunca le permitieron ver el expediente y le dijeron que su caso estaba en Chilpancingo.
“Vine yo a Chilpancingo a hablar con el licenciado Erit Montúfar, el licenciado hizo llamadas al MP de Costa Azul y me dijo el licenciado que aquí (en Chilpancingo), no tenían el expediente, que lo tenían en Costa Azul y nunca me lo dieron”.
A los seis meses de la desaparición de Pablo César, su hermano Armando Maganda Hernández, despareció 26 de enero del 2008, en el mismo lugar que se hijo.
Durante estos 17 años, Gloria no tiene respuesta por parte de las autoridades, ni de su hermano, ni de su hijo.
“Llevo 17 años buscando a mi hijo y a mi hermano, 17 años que no se nada de ellos. Es la fecha que no me han hecho caso”.
Gloria se participa en varios colectivos de búsqueda de personas desparecidas, para no sentirse sola.
Para participar en las actividades de colectivos y búsquedas, lo hace con sus recursos propios.
“Sigo buscando a mi hijo y mi hermano, salgo a la calle con las fotos de ellos, yo pego sus fichas. He andado sufriendo sola”.
Gloria recalcó que a pesar del cambio de autoridades, no ve apoyo en el tema de la desparición. En el caso de Acapulco, señaló que ocupan el paso del Huracán Otis para justificar algunas fallas y pérdidas de archivos.
“17 años y yo buscando a mi familia. En 17 años cuántas administraciones han entrado y no ha pasado nada. Mi llamado es que las autoridades trabajen, tengo mis derechos y mi derecho es encontrar a mi hijo y a mi hermano”.