Ante los rumores de incursión de grupos delictivos, así como la detonación de armas de fuego cerca de su localidad, habitantes de los Vallados, en la parte alta del municipio de Ajuchitlán del Progreso, abandonaron el pueblo; exigen garantías del gobierno para poder retornar de forma segura.
A través de un documento enviado a la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, y con atención a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero, los habitantes informaron que el domingo pasado, los 246 habitantes de la comunidad tomaron sus pertenencias y se desplazaron de la zona.
Explican que luego de los hechos de violencia en la comunidad de El Durazno, en donde el 11 de diciembre del 2022 integrantes de La Familia Michoacana fusilaron a siete personas en las canchas del pueblo, se registraron rumores de que los Vallados sería el próximo pueblo afectado por la incursión del grupo delictivo, debido a que se encuentran geográficamente en medio de los puntos de tensión en la sierra alta de Guerrero.
“Los rumores eran tantos que parecían una clase de terrorismo psicológico, tratamos de aguantar lo más posible, pero el día 18 de febrero escuchamos detonaciones de un enfrentamiento en el punto conocido como las Golondrinas, nos dio miedo, mucho miedo, ya no pudimos más y elegimos abandonar la comunidad ante los rumores de que nos daban hasta las 12 horas del domingo para salir del pueblo”, señalan en el escrito.
Indicaron que no tienen a dónde ir, así que algunos de los ahora desplazados se ubicarán con familiares en la cabecera municipal de Tecpan o en localidades cercanas en donde tengan conocidos, por ello buscarán la atención de las autoridades para que garanticen seguridad en el pueblo y puedan retornar de forma segura.
Los pobladores detallan que son un pueblo históricamente olvidado por gobiernos; un solo maestro da clases a primaria y secundaria, no cuentan con médicos, y recientemente han podido vivir del campo gracias a que ingresaron al programa federal Sembrando Vida, del cual ahora tuvieron que abandonar sus producciones de aguacate, durazno y maguey.
“¡No tenemos nada! Por lo que solicitamos a la gobernadora del estado nos brinde apoyo, que ya no la deje olvidados (…) Perdimos todo, nuestra tierra, casas y medio de vida, ni siquiera pudimos despedirnos de nuestros muertos, hasta ese derecho perdimos”.
En el documento piden despensas, becas para los hijos de las víctimas de desplazamiento forzado y con ellas puedan acceder a la educación en las zonas donde se encuentren.
Finalmente informaron que tienen conocimiento sobre el desplazamiento de más pueblos en esa zona de Guerrero, sin embargo por las condiciones y lejanía del lugar, no cuentan con datos precisos de cuáles son y cuántos nuevos desplazados hay.
