En exigencia de los pagos que se le adeudan desde el año 2016, la activista y jubilada de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), Roberta Campos Adame se instaló en huelga de hambre, frente a la oficina del rector, José Alfredo Romero Olea.
En los pasillos de la UAGro, la activista instaló una casa de campaña para denunciar que hay un intento de la administración central de la universidad, para que desista de su demanda formal, para que se le pague el 100% de su salario como jubilada.
Roberta Campos estuvo acompañada de integrantes del Grupo Universidad, corriente crítica al interior de la Máxima Casa de Estudios de Guerrero; la activista instaló su movimiento justo frente a la oficina del rector.
Recordó que a sus 30 años, inició su primera huelga de hambre para exigir la presentación con vida del profesor Gregorio Alfonso Alvarado; hoy, a sus 65 años se ve en la necesidad de nuevamente instalarse en huelga de hambre, por las graves violaciones de la administración central de la UAGro.
La misma activista reconoció no tener las mismas energías de hace más de 30 años, pero advirtió que no desistirá de su protesta hasta que la UAGro pague el 50% del salario que le compete para con ella, en su calidad de jubilada.