En la colonia Niño Doctor se han registrado múltiples casos en el último mes; activistas denuncian que los animales son atacados incluso dentro de los patios de las viviendas.
En menos de mes y medio, al menos ocho perros han muerto presuntamente envenenados en la colonia Niño Doctor de Zumpango del Río, situación que preocupa a vecinos y defensores de los animales, quienes señalan que los ataques podrían provenir de personas de la misma zona.
El médico y activista Arturo Mora relató que todo inició cuando comenzaron a aparecer perros intoxicados en la segunda calle de esa colonia. Algunos pudieron ser atendidos a tiempo en clínicas veterinarias, pero la mayoría no sobrevivió. Entre las víctimas está “Canela”, una perrita pitbull que solía acompañar a los vecinos, y cachorros de apenas tres meses de edad.
“Primero envenenaron a la mamá postiza y a la Tigrilla; logré salvar a una, pero después siguieron otros perros. Lo más grave es que ahora tiran comida con veneno dentro de los patios, poniendo en riesgo incluso a los niños”, denunció Mora en entrevista.
El activista informó que, junto a otros vecinos, colocó cartulinas en la zona advirtiendo que denunciarían ante la Dirección de Ecología a quien resultara responsable. También han documentado los casos con videos y fotografías para respaldar la denuncia pública.
Pese a que personal de Ecología municipal acudió a levantar datos y tomar muestras en al menos uno de los casos, los habitantes aseguran que no hay avances concretos ni responsables identificados.
“Lo raro es que en esa calle hay más de ocho perros y algunos de ellos, aunque tienen dueño, nunca han resultado afectados. La gente sospecha, pero no hay pruebas claras”, expuso Mora.
El temor entre los vecinos creció cuando una familia encontró salchichas envenenadas arrojadas directamente al interior de su patio. Dos cachorros resultaron intoxicados y uno de ellos comenzó a sangrar por la boca. El caso fue atendido por un veterinario, pero la familia no contaba con recursos para el tratamiento.
Arturo Mora insistió en que, además del sufrimiento animal, este tipo de actos representa un riesgo para la salud pública y la integridad de los habitantes: “Imagínese que un niño tome esas salchichas por curiosidad; no solo estamos hablando de maltrato animal, sino de un delito grave que pone en peligro vidas humanas”.
Vecinos exigieron la intervención inmediata de las autoridades municipales y estatales para frenar el envenenamiento de perros y sancionar a los responsables.