La tarde de este miércoles en la Fiscalía General del Estado, el Presidente del Centro de Derechos Humanos de las Víctimas de la Violencia Minerva Bello, Filiberto Velázquez, denunció formalmente el atentado en su contra ocurrido anoche, en la ciudad de Tixtla.
El activista y sacerdote católico, refirió que salía de una reunión de la normal de Ayotzinapa en donde estudian algunos casos de otras normales. Regresaba a Chilpancingo por el antiguo libramiento a Tixtla, cuando hombres armados a bordo de una motocicleta lo atacaron.
Primeramente, los armados atacaron el automóvil por la parte de atrás, ocasionando que se ponchara una llanta y lo obligaran a orillarse; posteriormente volvieron a accionar sus armas de fuego directamente contra él pero no lograron acertar.
El presbítero narró que activó el botón de pánico, que obtuvo del Mecanismo Nacional de Protección a Periodistas y Defensores de Derechos Humanos, sin embargo la ayuda policiaca llegó hasta una hora y media después.
Este día, tras presentar la denuncia ante la Fiscalía de atención a Periodistas y Defensores de Derechos Humanos, le recomendaron por seguridad salir del Estado, pero rechazó la propuesta argumentando la solidaridad que ha tenido para con las víctimas de desaparición y sus familiares en Guerrero.
“Sería un ejemplo de cobardía, de claudicar, de abandonar, hay muchas personas que no pueden salir de sus casas, que no pueden abandonar sus territorios, y en acto de solidaridad a todos los que han sido afectados por la violencia, permaneceremos esperando a que las autoridades hagan su trabajo”.
En los últimos meses, el sacerdote y activista, ha denunciado la terrible situación de violencia que viven cientos de familias en la Sierra de Guerrero, debido al choque entre dos grupos criminales, lo cual los ha dejado sin servicios, incomunicados e incluso sin víveres.
