•No hay motivos para establecer que se trató de un secuestro exprés.
•Hay una banda local denominada “Las Goteras”, que seducen y drogan a sus víctimas
El gobernador interino del Estado de Morelos, Samuel Sotelo Salgado confirmó que de acuerdo con las primeras pruebas periciales, el obispo emérito de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza dio positivo a cocaína y somníferos.
Entrevistado durante este día en aquella entidad, el mandatario manifestó que no existe ningun tipo de prueba que refuerce que las acciones en contra del prelado católico hayan sido parte de un secuestro exprés, como primeramente habría establecido la fiscalía general de aquella entidad.
“No hay pruebas para decir que fue un secuestro. De acuerdo a las investigaciones, el obispo tenía una cita con alguien en una pizzería y luego ya no se supo de él”.
El gobernador reveló también que de acuerdo con las investigaciones, a la par de la desaparición del obispo el pasado 27 de abril, se registraron movimientos bancarios, específicamente retiros, en algunas de sus cuentas.
Respecto a la situación de salud de Salvador Rangel Mendoza, explicó que las primeras pruebas periciales han indicado que el obispo emérito dio positivo para cocaína y somníferos, sustancias relacionadas para dormir.
En este contexto, informó que las autoridades tienen ubicada a una banda local de mujeres denominadas “Las Goteras”, quiénes seducen a sus víctimas y los duermen con sustancias ilícitas que colocan en sus bebidas para luego asaltarlos, dicho modus operandi ha sido ubicado en algunos otros casos más en el Estado de Morelos.
Finalmente destacó que según la información que han obtenido hasta el día de hoy, el obispo acudiría a una reunión a dicha pizzería para encontrarse con un empleado, se desconoce el motivo de la reunión y la identidad del empleado.