La Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) advirtió que la extorsión se ha transformado en el principal obstáculo para el desarrollo económico, al afectar desde pequeños comercios hasta empresas consolidadas. El presidente nacional del organismo, Juan José Sierra Álvarez, señaló que este delito se ha extendido hasta controlar regiones completas, donde los grupos criminales terminan decidiendo quién trabaja, quién invierte y quién abandona su comunidad.
Durante su congreso nacional, la organización empresarial sostuvo que la falta de una estrategia integral por parte del Estado ha permitido que la extorsión avance con mayor fuerza, especialmente en zonas donde la presencia institucional es limitada. Señaló que las pequeñas y medianas empresas son las más afectadas, pues operan bajo amenazas constantes que vulneran su estabilidad y ponen en riesgo miles de empleos.
COPARMEX explicó que el país acumula miles de víctimas en lo que va del año, aunque admite que la cifra real podría ser mucho mayor porque gran parte de los afectados evita denunciar por temor. Esta situación, afirmó, ha generado desplazamientos silenciosos de familias y el cierre de negocios en comunidades que sufren presiones de manera cotidiana.
El organismo insistió en que el delito no sólo tiene un efecto económico, sino que trastoca la vida social y provoca el debilitamiento de regiones que dependen de sus actividades productivas. Sostuvo que, mientras no exista una respuesta firme de los tres órdenes de gobierno, la extorsión continuará expandiéndose y erosionando la confianza de inversionistas y trabajadores.
Finalmente, COPARMEX subrayó que México puede revertir este escenario, pero para ello se requiere presencia institucional real, justicia efectiva y una política pública que enfrente la extorsión como un problema nacional y no únicamente como un fenómeno local.
