Chilpancingo. – La familia Molina-Lázaro, del Bordo de San Mateo en Chilpancingo, se dedica hace décadas a la confección de palmas para el tradicional Domingo de Ramos.
Tres generaciones tejen los ramos y cruces para la celebración, que de acuerdo con los católicos se recuerda la entrada de Jesús a Jerusalén cuando fue recibido por sus discípulos y la población con palmas.
Hasta esta tarde, la señora Consuelo Molina Campos de 71 años había tejido cerca de 300 palmeras.
Lo hace desde hace 40 años y aprendió de su madre, luego que en un misa el sacerdote recomendará a las familias tejer palmeras para mantener viva la tradición del Domingo de Ramos.
Para que las enseñanzas de su madre no se olvidaran enseñó a sus hijos y nietos a tejer y espera que sigan preservando la tradición familiar.
En el proceso del tejido se involucra toda la familia, dijo Consuelo, desde el viernes su esposo, Ramón Lázaro Martínez a quien también enseñó a tejer, salió al campo a buscar la palmera, lo que implicó dedicarle todo un día.
Esta mañana junto a sus hijos y nietos iniciaron el tejido. Cada una de las palmeras será vendida en 10 pesos en el barrio de San Mateo y el zócalo, donde está mañana otros artesanos se instalaron.